Ante las noticias de la existencia de una enfermedad, de la que nada se sabe, me hace ser reflexiva . De repente volvemos a un mundo real en el que ningún instrumento de comunicación nos puede ayudar. Esto es, como un aviso de que hemos vuelto a épocas pasadas, en que éramos más humanos esto es más vulnerables, es un recordatorio de que puede que estamos retrocediendo en muchas cosas, y, a mí esto me produce satisfacion …o no.
Es verdad que las penas y enfermedades de las personas queridas nos acerca al corazón de los demás y nos hacen más sensibles a la contingencia y levedad de la condición humana.
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